domingo, 26 de marzo de 2017

Las personas somos máquinas perfectas...




En otros tiempos no tan lejanos ( aunque parece que hayan pasado siglos), las personas, hombres y mujeres se unían en pareja para formar familias, se relacionaban, se veía raro en aquellos tiempos, que un hombre se quedará sólo "...mira se ha quedado mocito", o que una mujer se quedará sola "...mira se ha quedado solterona o para vestir santos". Se educaba  a las niñas para convertirse en futuras madres o amas de casa, a ser perfectas esposas; a los niños, se les inculcaba que debían seguir unos estudios, o en su caso, aprender un oficio, y ganar pronto el jornal que debían llevar a sus futuras familias.
Prácticamente, se nos enseñaba de pequeños a vivir en pareja, a formar una familia.

Hoy en día, esta situación ha cambiado un poco, parece que la idea de inculcar formar una familia desde que eres pequeño no se estila tanto, supongo que los tiempos han cambiado tanto, que han provocado también cambios en la manera de pensar de las personas en relación a su idea de futuro con o sin pareja.
Actualmente, hay mucha gente sin pareja, quiere esto decir....¿Qué las personas somos ya máquinas tan perfectas que hemos desarrollado la capacidad de poder vivir solos, y hemos superado la necesidad de relacionarnos con otros?

En mi opinión, no creo que dicha necesidad se haya superado, simplemente que se han dado en la actualidad un cúmulo de factores o razones que han provocado que haya un mayor número de personas solas que las que había en otras épocas.
Puede ser que en otros momentos, el número de mujeres con estudios no fuera tan elevado como ahora, incluso que sí tuvieran estudios pero no se preocuparán tanto por sus vidas profesionales como puede ser ahora, es decir...que en un mundo tan competitivo como en el que estamos viviendo, las mujeres hemos podido dejar en un segundo plano "otros roles", para los que estábamos siendo educadas desde niñas, en pro de nuestras carreras profesionales. 
Antes dependíamos en muchos de los casos, de los salarios de nuestras parejas, y puede que nuestra actual independencia económica, nos este haciendo un poco más reacias a buscar una pareja.
Puede que antes se tuvieran que compartir gastos para formar una familia, y puede que con la independencia económica, ya no se piense tanto en compartir, si cabe la posibilidad de poder vivir sólo, incluso de formar una familia, sólo.
Puede que este haya sido un factor muy importante, otra razón ha podido ser los cambios que se han sufrido en las relaciones, antes iniciabas una relación "por los cimientos", conociendo a tu opuesto, y hoy en día, se estila, iniciar relaciones "por el tejado", en versión "aquí te pillo, aquí te mato", sin ninguna intención de iniciar relaciones afectivas formales si no más bien se intenta disfrutar el momento al máximo. Tal vez, por esta razón muchas personas no desean tener una relación formal, sí ya obtienen lo que necesitan en este momento para sentirse bien, sí pueden disfrutar de "una gran variedad de opciones para que conformarse con una sola opción". ¿Esto significa que nos hemos vuelto más egoístas, qué sólo pensamos en nuestro bienestar, en disfrutar de la vida, del momento? No lo creo, pienso más bien, que es una fase que estamos desarrollando las personas de hoy en día; dedicamos mucho tiempo a mejorar nuestra vida profesional, a competir en el día a día, que cuando alcanzamos en principio esa meta, o estamos compitiendo, queremos disfrutar esos momentos que nos quedan libres al máximo, pero la necesidad de encontrar a alguien para compartir nuestra vida, en mi opinión, sigue estando en algún rincón de nuestro ser. Entonces, ¿Por qué no buscamos a esa persona? surgen otras cuestiones, ya que cada día somos más exigentes y no queremos conformarnos con cualquiera, "antes sola que mal acompañada", esta es la frase que últimamente no ceso de escuchar; no nos queremos conformar con la primera persona que se nos cruce en nuestro camino. No somos capaces de encontrar lo que estamos buscando.

También, otro factor importante, que no se nos puede olvidar, es que tendemos a tener miedo a relacionarnos, nos da miedo el cambio, dejar nuestro pequeño mundo para iniciar un mundo compartido; solemos pensar que no vamos a encontrar a nadie, y si puede que lo encontremos, surgen otros miedos, tales como que no nos querrá como nosotros a ellos, que no podremos estar a su altura en la relación, que vamos a perder parte de nuestra forma de ser, parte de nuestra vida. Surgen miedos.


Las preguntas que os lanzo para debate son:

- Pensáis que ha aumentado el número de personas solas
- Existe o no interés por formar una relación.Y si es no, ¿Cuáles son los motivos?

lunes, 6 de marzo de 2017

En Busca del Príncipe Azul Perdido!!!




Desde pequeñas nos han narrado cuentos, en los que aparecían gallardos caballeros o príncipes azules que nos cautivaban no sólo con su belleza deslumbrante sino con una serie de gestos que mostraban ante las damas o princesas de los citados cuentos. Estos señores heroicos eran capaces de enfrentarse a fieras o dragones para salvar a sus damiselas que se encontraban en apuros.

Tal vez en la vida real, no teníamos a caballeros que se enfrentaban a tales peligros, pero si es cierto, que en otras épocas abundaban los caballeros, entendiendo que éstos eran hombres que habían sido educados, y mostraban ciertos gestos característicos en presencia de las mujeres, me estoy refiriendo a lo que vulgarmente se conoce como "hombres chapados a la antigüa"; estos señores cedían su asiento en el autobús, esperaban a que salieras de un establecimiento para seguidamente salir ellos, abrían la puerta en el caso que se coincidiera con ellos en el umbral...y cosas por el estilo.

Este tipo de gestos no se suele ver tanto, y no hace tanto que estaban a la orden del día, entonces...¿Dónde están "estos caballeros, estos príncipes azules", han mutado, han evolucionado como los pokemons...y sí es así, a qué especie?¿A qué se debe este cambio?
En mi opinión, el cambio puede haberse debido a la evolución que ha sufrido el mundo en cuanto a la igualdad, que se ha pedido y que realmente se ha estado pidiendo desde hace muchos años, entre hombres y mujeres. También porque la educación que se imparte actualmente es bastante diferente a la de otras generaciones (y no voy a entrar en este post a opinar, sí es mejor o peor, puesto que ya destinaremos un post a discutir sobre la misma como se merece).

Estos gestos de educación o caballerosidad pueden ser considerados, en cierta manera machistas o con un grado de desigualdad para algunas personas, y tal vez por ello, cada día más se está tendiendo a perderse, y por ellos nos cuenta tanto encontrar al "caballero de flamante armadura".

La pregunta en cuestión, es sí a las mujeres nos gustaría o no tropezarnos en nuestro camino con un hombre que nos abra la puerta o que nos ceda el paso al salir de un local.
En mi caso, que siempre he creído en la igualdad entre hombres y mujeres, tampoco veo mal este tipo de comportamiento. Supongo que a nadie le amarga un dulce, y aunque sea por un instante, tampoco creo que esté mal sentirse una damisela en apuros.

Como conclusión, os dejo estas cuestiones para comentar:
- El príncipe azul ha mutado..
- A qué pensáis que se debe el cambio si es así
- Pensáis que la caballerosidad, hoy en día, es una forma de atraer a las mujeres.

Espero vuestros comentarios al respecto, animaros!!!!

domingo, 26 de febrero de 2017

Rodeos o Líneas Rectas




En esta ocasión, quisiera hablar sobre un tema que desde siempre me ha perturbado a la hora de iniciar una relación.
A veces, cuando estás conociendo a una persona, y parece que todo avanza con normalidad, que las dos personas se están entendiendo, en principio, y como se suele decir "que todo va sobre ruedas"; aparecen los famosos "rodeos", es decir, la situación cambia, se estanca, deja de ser fluida,y comienzan a surgir conversaciones en las que te sientes pérdida, conversaciones en las que no sabes muy bien que decir, conversaciones que no comprendes por qué salen a la palestra.

Con lo fácil que sería ir en línea recta, que como se suele decir es el camino más corto, y en vez de ésto, se inician camino secundarios que lo único que hacen es marear y no van a ninguna parte; con lo sencillo que sería poder hablar cara a cara, y exponer lo que nos parece esta relación, si pensamos que podemos prosperar y avanzar a algo más formal, o incluso que se piensa que sería mejor finalizar la relación, o aclarar que sólo se puede ser amigos. Pero ante todo, comunicarse con la otra persona y dejar de confundirla, dejar las cosas claras.

En mi caso, he llegado a verme en situaciones, en las que parecía la concursante involuntaria de un juego de estrategia en el que no tenía ni idea de las reglas del juego, limitándome a contestar las preguntas que se me planteaban; o como el personaje de aquellos libros de la infancia, que alguna vez hemos sacado de la biblioteca del colegio, en los que a medida que iba desarrollándose la trama, había momentos en los que tenía que elegir la puerta"A" e ir a la página 80, o la puerta "B" e ir a la página 52, y esperar  no encontrarme con un dragón.

Sé que parece cómico, pero es cierto; no comprendo por qué tenemos que jugar a este tipo de juego absurdo, que confunde tanto; en mi caso, el hecho de no plantear la situación directamente, o lo que es lo mismo, de cara a cara o "en línea recta", a parte de provocarme muchísima confusión, me agota, me canso enormemente, tanto es así, que acabo abandonando el juego, en el que otros me han invitado involuntariamente, sin esperar a ver el desenlace del mismo.


No me gustan los "rodeos" en una relación, tras pensarlo, la única explicación que he podido encontrar, es que la otra persona también tiene miedo de saber a donde lleva la relación que se está iniciando, y en vez de afrontar dicho miedo, inicia el juego para comprobar si el jugador involuntario va resolviendo los enigmas y puzzles, que el va diseñando, y comprobando así sí la relación fluye en el mismo sentido.

Prefiero que me pregunten directamente mi opinión, a que me den rodeos para intentar averiguar cuál es mi interés en la relación.
Si fuéramos más sinceros, y apartáramos nuestros miedos a un lado, podríamos tener muchas más relaciones saludables, tal vez no terminen todas siendo relaciones amorosas, pero algunas pueden terminar en amistad; y lo que esta claro, que con los rodeos, el cansancio y el aburrimiento que causan, te puede llevar a alejarte de esa persona que tanto te confunde o que piensas que no sabe lo que quiere.


lunes, 20 de febrero de 2017

Una relación se puede basar en la compatibilidad de los signos del Zodíaco




Desde siempre me ha llamado la atención los signos del Zodíaco, suelo mirar mi horóscopo con frecuencia para conocer lo que supuestamente me depara el futuro en breve; aunque en principio no me dejo influenciar con las predicciones, si es cierto que las tengo en cuenta. Todo lo relacionado con los doce signos del Zodiaco, despierta en mí, un gran interés, por lo que suelo leer bastante al respecto, de ahí, que surgiera mi curiosidad en lo relacionado con la compatibilidad zodiacal. 

Estudio mi compatibilidad con los signos de las personas con las que me relaciono, incluso he llegado a desarrollar el test con las preguntas oportunas (incluyendo algunas preguntas a modo de relleno), para poder averiguar el signo sin necesidad de pedirlo y no parecer una "friqui mística". Una vez que lo se, automáticamente consulto en varias páginas cual es mi compatibilidad, cuál es nuestro tanto por ciento; por lo general suelen diferenciar en varios apartados, distinguiendo entre relación amorosa o sexual e incluso aportan consejos para aumentar el tanto por ciento, en el caso que encuentres a alguien con un signo, con el que según los astros, no te albergue un gran futuro sentimental.

Siempre he pensado que el interés por el Zodíaco, era sólo propio de las mujeres, pero para mi sorpresa cada vez son más los hombres que demuestran tener cierta curiosidad, incluso siendo ellos ya los que me piden conocer mi signo e indicarme el grado de compenetración que podemos tener según las fechas de nuestros nacimientos.

Cuando estudiamos los signos, lo primero que comprobamos, es sí la descripción que se realiza de los mismos coincide con las cualidades de la personalidad; en mi caso soy Leo, y tengo que reconocer, aunque no me haga mucha gracia, que muchos de los rasgos que se atribuyen a mi signo, coinciden con mi personalidad.
Soy un signo de fuego, con temperamento y un carácter difícil , si no se me sabe sobrellevar; así que hasta cierto punto se podría decir que coincido con la descripción que se da de Leo.
Así como he comprobado que en otros casos también hay similitudes entre las personas que me rodean y los rasgos de los signos a los que pertenecen; por lo que partiendo de dicha premisa, podríamos indicar que tal vez las personas con las que nos relacionamos tienen cualidades "reconocibles", que podemos reconocer según el signo al que nos digan que pertenecen.

Conociendo los rasgos del "contrario", y sabiendo el grado de compatibilidad que nos atribuyen los astros, nos podemos sentir influenciados para poder avanzar o no, a la hora de formar una relación. En mi caso, que si admito que me fijo en estos factores y si estudio a mi "opuesto", luego tengo que indicar que me encanta "retar" a los astros, y lanzarme a la aventura aunque el tanto por ciento fuera muy bajo, suelo intentarlo; aunque también he de decir, que por casualidades de la vida, los desenlaces en mis experiencias con ciertos signos, realmente parecían desarrolladas por el mejor "calculador" de compatibilidades.

Aunque no deben tomarse las experiencias ya vividas, como algo que tenga que volverse a repetir en un futuro, si se conociera de nuevo a alguien con el mismo signo "fatídico", de alguna manera creo que lo tenemos en cuenta, y en parte ya tenemos ciertos "prejuicios" ante esas personas; También ocurre al contrario, en mi caso me suelo llevar muy bien con los signos de invierno (sagitario, capricornio, acuario, piscis), aunque también sólo sean coincidencias, pero que pueden influir un poquito en la balanza.


En este post, las preguntas que os lanzo son:
- Estudiáis la compatibilidad de signos, aunque sea por curiosidad
- Creéis en ella 
- Queréis saber el signo de vuestro opuesto, o por el contrario os da igual saberlo
- Tenéis afinidad por algún signo zodiacal
- Influye la compatibilidad de signos para una relación duradera

domingo, 12 de febrero de 2017

Cupido está operativo o en la cola del INEM para sellar



Aunque sea, para muchos, una "celebración puramente comercial", ideada por el Marketing, qué nos lleva a celebrarla realmente; por qué la consideramos de alguna forma, importante o necesaria en nuestras vidas.

La primera observación, es sí podemos asegurar que el 14/2, es el "Día de la Celebración del Amor"; a mi entender, es sólo un día más del calendario, el amor no se puede celebrar sólo un día al año, se tiene que celebrar aunque sea con menor intensidad, con menos revuelo, todos los días que dure la relación.
Dicho ésto, se que muchos se pueden llevar las manos a la cabeza, porque piensen que me refiero a regalar continuamente a su pareja. En mi opinión, los pequeños detalles que salen del corazón, esas pequeñeces cotidianas del día a día, no tienen precio y a mi modo de ver, tienen mucho más valor que recibir un regalo "influenciado" por el Marketing Comercial.

La siguiente observación, es pensar sí en los tiempos que corren, y que ya analizaremos en otros blogs, se sigue dando el romanticismo en la pareja; el amor, entendido como el conjunto de sentimientos y emociones, sigue estando de moda o por el contrario, percibimos que cupido se ha retirado a una isla paradisíaca o se encuentra en la cola del INEM para sellar; creo que el amor, como lo entendíamos también ha sufrido modificaciones, también se ha actualizado, y ya no se habla del amor para toda la vida si no más bien, hasta que la pareja "aguante", hasta que el amor se "pierda".

Volviendo al topic que nos ocupa, el Día de San Valentín, he de reconocer que me han sorprendido las respuestas que he encontrado, al preguntar por este día, ya que más que el "Día de la Celebración del Amor por tu Pareja", debería ser conocido como el "Día de las Excusas": excusa para dejar ese día, los niños, con los abuelos y poder salir; excusa para poder regalarse; excusa para poder ir a cenar a ese sitio especial...
Sólo excusas, tal vez tendríamos que plantearnos cambiar el nombre del día, y celebrar todos esas excusas que tanto nos surgen. 

Para concluir, lanzo observaciones que me gustaría que comentaseis, tales como:
- Es necesario justificar tu amor por alguien una vez al año con un regalo.

- Valoras más un detalle o gesto del corazón (que te lleven el desayuno; que te preparen un baño; que se quede con los peques para que tú puedas salir con tus amistades,...) o que se acuerden de ti el 14/2, con un regalo.

- El amor perdura con amor o con el regalo oportuno a tiempo.

A modo de despedida, en el Día de San Valentín, no esperes que te regalen; vive regalando a los demás tu mejor sonrisa; y en todo caso, sí tantas ganas tienes, ve y compra algo bonito, ve al cine o a cenar a ese sitio que tan buenas referencias te han dado, y deja a cupido que se tome un descanso que lleva mucho tiempo trabajando